Un sistema de monitoreo de desmontes

El plan alertará sobre actividades ilegales. Los bosques nativos se redujeron considerablemente en la provincia debido a la extensión de la frontera agropecuaria.

El Gobierno de Entre Ríos junto a instituciones provinciales y fuerzas de seguridad que tienen como tarea la conservación y preservación del bosque nativo, lanzaron un plan de control de desmonte y un sistema de alerta y monitoreo de la actividad ilegal.

Los bosques nativos provinciales ocupan alrededor de 1,9 millones de hectáreas de la superficie de Entre Ríos, cifra considerablemente menor al siglo anterior debido a un proceso de deforestación y degradación que se registra en la región.

Según el último ordenamiento territorial, buena parte de esa superficie se convirtió en tierras agropecuarias, aunque otra desapareció por malas prácticas agrícolas, crecimiento de ciudades, incendios, tráfico ilegal e introducción de especies exóticas invasoras.

Las inundaciones y sequías «son producto del cambio climático por acción del hombre, y los desmontes ilegales contribuyeron al deterioro de los suelos y al calentamiento global», explicó el secretario de Agricultura y Ganadería, Lucio Amavet.

La deforestación produce pérdida de especies autóctonas y biodiversidad, por lo que se avanzó en un plan para preservar los recursos naturales fomentando una mayor producción con el menor impacto ambiental.

El trabajo se enmarca en las leyes nacionales 26.331 y 13.273, y la provincial 10.284, que prohíben los desmontes de cualquier categoría (roja o amarilla) sin la autorización correspondiente. El director de Recursos Naturales y el Área de Bosques Nativos, Mariano Farall, destacó que ya trabajan en numerosas sanciones y multas, e incluso se impusieron «planes de reforestación compensatoria por los daños ocasionados hacia el ambiente».