Un carnaval que llenó toda la provincia

Más de 200 mil turistas ocuparon casi el total de las 50 mil plazas hoteleras y extra hoteleras que tiene Entre Ríos, sin contar casas particulares. Gualeguaychú, donde se realiza el Carnaval del País, fue uno de los destinos más elegidos. Paranacito e Ibicuy también se quedaron sin hospedaje.

Una provincia, varios carnavales

Si la provincia fuera un teatro, alguien hubiera tenido que poner el cartelito de “Entradas agotadas”. Porque fue literalmente así: Entre Ríos alcanzó un 99 por ciento de ocupación en sus plazas hoteleras y extra hoteleras durante el fin de semana largo de carnaval, principalmente gracias a los carnavales que ofrecen baile y diversión en todas las ciudades, cada una con sus modalidades y tradiciones, y mucho ritmo, color, estilo y alegría.

Más de 200 mil turistas ocuparon casi el total de las 50 mil plazas hoteleras y extra hoteleras que tiene Entre Ríos, sin contar las casas, departamentos y dormitorios de alquiler temporario, número récord teniendo en cuenta los últimos diez años, destacó la Secretaría de Turismo provincial.

Las ciudades de Colón, Federación, Gualeguaychú, Concordia, Gualeguay y Santa Elena fueron de los 20 destinos más elegidos, y al menos 20 localidades entrerrianas tuvieron ocupación plena de sus plazas. Villa Paranacito e Ibicuy estuvieron en esa lista: las localidades del sur entrerriano, que muchas veces sirven de parada rutera, también se colmaron de visitantes. 

El movimiento turístico generó un ingreso económico para Entre Ríos de unos $3.900 millones, con visitantes que en promedio se quedaron 2,6 noches y llegaron principalmente desde Ciudad y provincia de Buenos Aires (60%), y extranjeros del Uruguay (20%).

El 98 por ciento de los turistas llegaron por vía terrestre, entre vehículos particulares, transportes, combis y motorhomes y caravanas de motos, con un gran movimiento por los puentes Zárate-Brazo Largo, Rosario-Victoria y los internacionales; y el túnel subfluvial.

Debido a la gran afluencia de turistas, los tres corredores principales (del río Uruguay, del Paraná y Corredor Central) tuvieron un intenso movimiento, con ciudades colmadas que derivaron visitantes a localidades vecinas, apuntó el organismo.

La temporada «batió todos los récords», dijo el gobernador Gustavo Bordet, quien destacó la presencia de una economía «que se recupera y un trabajo articulado del Estado con el sector privado», un camino «para consolidar el crecimiento» y para que el turismo «crezca, cree trabajo y genere oportunidades».

«Junto a las cámaras empresarias desplegamos cada año una estrategia beneficiosa para los distintos eslabones del sector, que cuenta con propuestas y servicios de calidad que hacen al éxito del movimiento turístico», completó Bordet.

La secretaria de Turismo provincial, María Laura Saad, agregó que «es crucial» la articulación entre ciudades y oferentes turísticos de una misma región, para garantizar «que ningún turista se quede sin alojamiento».

Una provincia, varios carnavales

Los carnavales entrerrianos manifiestan una gran gama de expresiones de liberación espiritual y corporal a través de la danza, música y teatro, manteniendo tradiciones culturales en uno de los espectáculos más sorprendentes y atractivos.

Además del reconocido Carnaval del País en Gualeguaychú, en Entre Ríos hay distintos carnavales donde se juega con espuma, el público se disfraza y utiliza máscaras, en algunos la gente interactúa en la pista, y en otros disponen de mesas y espacios VIP.

En casi todas las ciudades hay corsos barriales, murgas y presentaciones que dan color, brillo y alegría, y el vecino acompaña y vive los carnavales con mucha intensidad, ya que en casi todos tiene descuentos en entradas.

El fin de semana en Gualeguaychú comenzó el viernes con el cierre de los corsos populares «Matecito», con una infinidad de niños, niñas, jóvenes y adultos bailando, cantando y tocando bombos y platillos por las calles de la ciudad.

Luego siguió el Carnaval del País, con mucho ritmo, color, gran vestuario adornado con plumas y disfraces de bichos, luces de colores, buen ritmo, elegancia, estilo, alegría y energía.

Este carnaval comenzó a fines del siglo XIX por las tardes, ya que la ciudad no contaba con adecuada iluminación, y durante el siglo XX fue transformándose hasta el nuevo formato en 1979, comenzando el camino para convertirse en la fiesta a cielo abierto más grande.

Hasenkamp, a 78 kilómetros de Paraná, festeja el carnaval desde hace más de 30 años con lujosos trajes, bandas y batucadas en vivo, y una gran puesta en escena llena de brillo, mostacillas, piedras, plumas de pavo real y faisanes.

Desde 1970 Victoria es la Capital Provincial del carnaval, con la fiesta más tradicional, y con noches llenas de máscaras, carruajes, escolas, murgas y batucadas, según fuentes del municipio, donde se presentó una muestra que reconoce toda su historia.

Además, Entre Ríos tuvo una agenda colmada de fiestas populares y nacionales, playas, complejos termales, áreas naturales, parques acuáticos, excursiones náuticas, ferias gastronómicas, y una riqueza y diversidad histórica.

La provincia también es un jardín de naturaleza que mezcla música silvestre y silencio, aromas, sabores, amabilidad y tranquilidad, con diversos cuadros paisajísticos y complejos termales en 14 ciudades, con más de 125 piletas.