Areneras: suspenden permisos y exigen certificados

Basándose en los principios ambientales de precaución, la municipalidad de Ibicuy no dará nuevas concesiones por el plazo de un año. El Tribunal Superior exigió certificaciones ambientales. Cierres y protestas. Las arenas silíceas entrerrianas, claves para el fracking en Vaca Muerta.

La municipalidad de Ibicuy suspendió el otorgamiento de nuevos permisos de uso de suelo para la extracción de arena, una práctica que viene creciendo en el último tiempo y que en un 80% se destina al yacimiento Vaca Muerta, donde la arena se utiliza para la fractura hidráulica (fracking). Se estima que en el yacimiento neuquino de gas y petróleo no convencional se utilizan 1500 toneladas de arena por cada pozo.

La medida, dispuesta por el Decreto Nº 85/2022, es por el plazo de un año y se da en el marco de los principios ambientales de precaución, teniendo como objeto la aplicación de los resultados del Estudio de Impacto Ambiental Acumulativo en un plan de desarrollo (de expansión o comprensión) de la actividad, conforme a las conclusiones a que se arribe. 

La norma fue propuesta por el Presidente Municipal Gustavo Roldán y será puesta a consideración del Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad a fin de conformar una comisión de seguimiento del Estudio de Impacto Ambiental Acumulativo y divulgación de resultados. 

Leyes que no se cumplen 

Esta decisión se toma en el marco de la agenda de #PolíticaAmbiental llevada adelante por la presente gestión de gobierno municipal, luego de una serie de situaciones que pusieron el foco sobre esta práctica extractiva. La principal fue el fallo del Superior Tribunal de Justicia provincial, que rechazó la apelación a la sentencia de la Sala Segunda Laboral de la Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú y ordenó al Ejecutivo provincial evaluar las habilitaciones de las empresas areneras instaladas en el Delta entrerriano.

“Casi todas” operan al margen de la ley, se lee en el escrito. De este modo ratificó el mandato para controlar la vigencia de certificados de aptitud ambiental y el cumplimiento de los requisitos que exigen las normativas en la materia.

Días después de ese dictamen del Tribunal Superior, autoridades de Gobierno concretaron el cese preventivo de todas las actividades de las areneras de Ibicuy que no tuvieran el Certificado de Aptitud Ambiental al día. El plazo que dieron para regularizar la situación es de 45 días.  

Horas después de la suspensión de actividades, trabajadores se concentraron en la ruta y en los accesos a las canteras y areneras para protestar ante la incertidumbre por las centenas de puestos de trabajo en riesgo. La entrada de La Chola II fue uno de los epicentros del reclamo.    

“Queremos dejarles en claro a todos que Cristamine siempre ha cumplido con todos los requerimientos para operar según las normas establecidas. Toda la documentación fue presentada en tiempo y forma a  la Secretaria de Medios Ambiente provincial, quien demoraba la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental remitidos. Desde la dirección de Cristamine, estamos haciendo todo lo posible para poder levantar esta medida con la mayor celeridad posible, defendiendo los puestos de trabajo como lo hicimos siempre”, comunicó Cristamine, una de las principales empresas que opera en la zona.

Paradojas del destino: Cristamine y la municipalidad de Ibicuy habían firmado el último mes un convenio para que alumnos de la Escuela de Educación Técnica comenzaran una pasantía de prácticas profesionales en la empresa, que durante décadas proveyó de materia prima a la industria del vidrio, luego se expandió hacia la construcción y las cerámicas, y actualmente también abastece a la actividad petrolera con arenas para fracking.

Según la Dirección de Minería de la Provincia de Entre Ríos, en 2019  la producción de arenas silíceas fue de 3.739.668 toneladas. Se calcula que el 80% de esas millones de toneladas viajan a Vaca Muerta (por tren o en camiones), mientras que un menor porcentaje se destina a la industria del vidrio y química.