Apicultura una industria fuerte en Islas

Matías Botgges lleva tres décadas como apicultor en la localidad Villa Paranacito, atravesando diversos desafíos, pero siempre eligiendo con orgullo esta profesión.

En la actualidad cuenta con 50 y 70 colmenas, según la mortandad que hay por año y la cantidad de núcleos que se pueden comprar o hacer. Es una actividad que se mantiene a nivel familiar.

El interés por la apicultura surgió cuando Matías estudiaba en la escuela agrotécnica, donde también se ofrecían materias relacionadas y espacios de trabajo en distintas granjas y huertas. Fue allí donde aprendió los principios fundamentales y comenzó junto a sus hermanos.

Durante todos estos años de trabajo pasaron por varias situaciones como fue la creciente de 2016, donde Botgges tuvo que atravesar la pérdida del 40 % de las colmenas. En cuanto a los desafíos actuales señala que «a veces hay precios malos, como este año que no hay ventas de miel en exportación en tambores, y una de las principales limitaciones para expandirse es la falta de personal y la infraestructura para proteger las colmenas de las crecientes porque estan en la isla».

Los pesticidas y productos químico son los grandes problemas para las abejas, Matías expresó que “en los campos altos, donde hay soja, maíz, trigo, no hay monte nativo, no hay esteros, bañados ni protección y donde constantemente pasa una fumigadora sobre los cultivos, ya casi no hay abejas”.

En las zonas bajas, como es el caso del Delta, es donde las abejas viven perfectamente al tener siempre flores por los bañados y bosques nativos, los sauces, álamos. Esto hace que casi todo el año hay producción de miel, “solamente mayo y junio y un poco de julio que no hay gran movimiento de abejas según la temperatura ambiente que hay. Pero el resto del año hay muy buena entrada”, indicó el productor.

En Villa Paranacito, la Cooperativa de Productores de Villa Paranacito brinda apoyo a los apicultores, al igual que el INTA. Matías también destaca la Fiesta Nacional de la Apicultura, que se lleva a cabo en la ciudad de Maciá, “donde los apicultores se reúnen para compartir charlas, materiales y conocer nuevos productos. Es un espacio donde se encuentran exportadores y fabricantes de productos apícolas, con una amplia oferta de materiales, precios e información relevante para la actividad”.